¿Cómo te ven los demás?
Si alguna vez te has preguntado cuál es la impresión que dejas en los demás, este artículo te ayudará a comprender cómo funciona la percepción social y qué puedes hacer para alinear tu imagen con tu verdadera esencia
Tal vez crees que proyectas confianza, pero sientes que no te toman en serio.
O quizá te esfuerzas por tener buenas relaciones interpersonales, pero notas que los demás no te incluyen o no recuerdan lo que dices.
Si esto te ha pasado, no eres el único.
La realidad es que la percepción social no siempre coincide con la imagen que queremos dar. Lo que los demás ven en nosotros no depende solo de lo que decimos, sino de lo que transmitimos a nivel inconsciente a través de nuestro lenguaje corporal, tono de voz y actitud.
Si alguna vez te has sentido frustrado porque sientes que los demás no te perciben como realmente eres, este artículo te ayudará a comprender cómo funciona la percepción social, por qué ocurre esto y qué puedes hacer para alinear tu imagen con tu verdadera esencia.
Además, exploraremos cómo el Intituto de Relaciones a través del Love Coaching, usando una metodología propia (PCT), pueden ayudarte a fortalecer tu autoestima, confianza e interacción social para que puedas conectar con los demás desde tu autenticidad.

«No soy lo que pienso que soy, ni lo que tú piensas que soy. Soy lo que yo creo que tú piensas que soy.» Charles Horton Cooley
Lo que crees que proyectas vs. la realidad: la diferencia entre intención y percepción
La autoimagen y la percepción social no siempre coinciden porque los demás no solo perciben nuestras palabras, sino también lo que comunicamos de manera no verbal. Según un artículo de NeuroClass, la percepción social nos permite comprender, por medio de diversos procesos, cómo se comportan los demás y, hasta cierto punto, por qué actúan de determinada manera
La percepción de la realidad está filtrada por múltiples factores, tanto internos como externos.
Tal vez pienses que proyectas seguridad porque eres una persona competente en tu trabajo, pero si evitas el contacto visual y hablas en un tono bajo, es probable que los demás te perciban como alguien con inseguridad o falta de liderazgo.
O quizás te consideras una persona abierta y sociable, pero si interrumpes a los demás sin darte cuenta, pueden percibirte como alguien poco empático.
La autoimagen y la percepción social no siempre coinciden porque los demás no solo ven nuestras palabras, sino todo lo que comunicamos de manera inconsciente.
Por eso, si alguna vez has sentido que tu interacción social no es como esperabas o que las opiniones ajenas no reflejan quién eres realmente, es momento de tomar conciencia y ajustar lo que proyectas.
¿Cómo se construye la impresión que dejas en los demás?
Existen varios factores que moldean la forma en la que los demás te perciben.
Tu historia emocional y creencias inconscientes
Desde la infancia, aprendemos cómo interactuar con los demás a partir de nuestras experiencias familiares y sociales.
Si creciste en un ambiente donde la validación externa era clave, es probable que busques aprobación constantemente en tus relaciones interpersonales.
Si aprendiste que ser vulnerable es una debilidad, podrías proyectar frialdad o distancia emocional sin darte cuenta.
Si te enseñaron que el silencio es prudencia, puede que los demás te perciban como alguien poco participativo o desinteresado en la conversación.
Esas experiencias pasadas condicionan cómo nos relacionamos y cómo nos ven los demás.
¿Hay algún patrón en la forma en que los demás te perciben? ¿Sientes que en ciertos entornos no te valoran?
Tu lenguaje corporal y energía en la interacción social
Si después de reflexionar te das cuenta de que la impresión que dejas en los demás no refleja quién eres realmente, es momento de tomar acción para ajustarla sin perder tu autenticidad.
El 90% de la percepción social está influenciada por el lenguaje no verbal. En su charla TED, la psicóloga social Amy Cuddy argumenta que ‘las posturas de poder’ —adoptar una postura de confianza, incluso cuando no nos sentimos seguros— pueden aumentar nuestra sensación de seguridad y posiblemente impactar nuestras posibilidades de éxito.
Si alguien habla con voz baja, evita el contacto visual y tiene una postura encorvada, puede transmitir inseguridad, aunque sus palabras sean firmes.
Si una persona usa gestos abiertos, mantiene una postura erguida y hace pausas al hablar, es percibida como segura y con liderazgo.
No basta con decir que eres seguro de ti mismo. Tienes que transmitirlo con tu actitud.
Observar cómo te comunicas en situaciones sociales puede darte pistas sobre qué debes mejorar.
¿Tu postura refleja seguridad?
¿Tu tono de voz es firme y claro?
¿Mantienes contacto visual con los demás?

«Las personas olvidarán lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir.» Maya Angelou
La influencia de tu diálogo interno en tu confianza
Nuestra autoestima y autoconocimiento determinan lo que proyectamos. Según un estudio publicado en la Revista Salud Mental, la autoestima se considera un elemento clave en la percepción de la realidad y el comportamiento, influyendo directamente en cómo interpretamos nuestras experiencias y en nuestro bienestar psicológico
Si constantemente piensas:
«No soy lo suficientemente interesante».
«Siempre me juzgan».
«Tengo que demostrar mi valor».
Esas creencias se reflejarán en tu comunicación, lenguaje corporal e interacción social.
Si quieres mejorar la percepción que los demás tienen de ti, primero necesitas cambiar la percepción que tienes de ti mismo.
Reflexiona sobre tres creencias que tienes sobre tu personalidad.
Pregúntate: ¿Son reales o son condicionamientos del pasado?
Cámbialas por afirmaciones que reflejen la imagen que quieres proyectar.
¿Cómo mejorar la impresión que dejas en los demás?
Si después de hacer estos ejercicios sientes que la impresión que das no refleja tu verdadera identidad, no te preocupes.
No se trata de cambiar quién eres, sino de alinear tu imagen externa con tu esencia interna para que la percepción social refleje tu autenticidad.
Aquí hay algunas claves para lograrlo.
Alinea tu comunicación con tu identidad real
Si sientes que los demás no te toman en serio, revisa:
Cómo hablas: ¿Transmito seguridad en mi tono de voz?
Cómo te mueves: ¿Mi postura y lenguaje corporal reflejan confianza?
Cómo participas en una conversación: ¿Escucho activamente o solo hablo de mí?
La clave para mejorar tu comunicación y percepción social no es forzar una imagen falsa, sino realizar pequeños ajustes para que lo que transmites sea más coherente con tu identidad real. Un artículo de Psychology Today destaca que mostrar calidez y preocupación genuina por los demás es la mejor manera de causar una buena primera impresión

«El 93% de la comunicación es no verbal: lo que dices importa, pero cómo lo dices es aún más importante.» Albert Mehrabian
El lenguaje corporal y la impresión que dejas en los demás
Si quieres mejorar tu interacción social y percepción, empieza por observar cómo te mueves y cómo te expresas.
Mantén una postura abierta.
Usa un tono de voz claro y seguro.
Haz contacto visual con seguridad.
Estos pequeños cambios generan un gran impacto en la forma en que los demás te ven.
El Love Coaching y la percepción que dejas en los demás
Nuestra autoestima y autoconocimiento determinan lo que proyectamos. Un artículo de Psychology Today señala que, aunque las primeras impresiones son notoriamente propensas al error, no podemos evitar formarlas rápidamente, y estas pueden tener consecuencias sociales significativas
En el Instituto de Relaciones, a través del Love Coaching con la metodología PCT, trabajamos en la reprogramación de creencias, la confianza y la comunicación efectiva para que la imagen que proyectas refleje realmente quién eres.
Si sientes que la percepción que los demás tienen de ti no coincide con tu esencia, podemos ayudarte a transformar tu imagen desde la raíz.
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Si quieres transformar tu imagen desde dentro, agenda una sesión con nosotros.
Porque la percepción que los demás tienen de ti puede ser una herramienta de empoderamiento, si sabes cómo manejarla conscientemente.